LA EDUCACION NO ES UN GASTO, PERO CUESTA...
Daniel Cela
Actualizado 21/10/2012 23:46
El presupuesto educativo en 2013, prioridad de Griñán, se verá lastrado por la pérdida de profesores y por el recorte de varios programas que impulsan la enseñanza.
"La educación no es un gasto, es una inversión". Se lo habrán
oído decir a menudo al presidente andaluz, José Antonio Griñán, pero
también a algún dirigente del PP. Javier Arenas tiene registrada esta
frase varias veces en el diario de sesiones del Parlamento. La educación
es una inversión, pero cuesta dinero. Al Gobierno andaluz le cuesta 36
millones de euros al día abrir todos los centros escolares de la
comunidad autónoma. El presupuesto de la Junta para educación ocupa el
segundo lugar en las cuentas autonómicas, por detrás de las políticas de
Salud, y absorbe el 29,1% del total del gasto público.
La
crisis hundió las uñas en Andalucía en el año 2008. Unos meses antes, la
Junta había aprobado la Ley de Educación Andaluza (LEA), la primera
legislación autonómica para la enseñanza, con una memoria económica de
1.175 millones. Estaba previsto que en el periodo de vigencia de la ley
(2008-2012), el presupuesto de educación no universitaria se
incrementase más de un 36%. La mayor parte iría destinada a aumentar la
plantilla en 15.000 nuevos profesores. Esa previsión no sólo no se ha
cumplido, sino que la inversión en educación para 2013, que se hará
pública en breve, corre el riesgo de contraerse por segundo año
consecutivo.
Si eso ocurre, ¿de quién es responsabilidad? El
Gobierno andaluz tiene las competencias en política educativa, pero
Moncloa puede condicionar esas políticas cambiando la legislación
básica. En torno al 90% del presupuesto educativo depende de la Junta, y
la aportación del Gobierno es mínima. Pero la mayor parte de ese gasto
(casi el 80%) lo absorben las nóminas de los 111.602 profesores que
trabajan en el sistema escolar andaluz, y el Gobierno tiene potestad
para restringir y recortar el número de empleados públicos.
En
el presente ejercicio, toda la inversión pública ha menguado. Toda,
excepto la partida que financia la educación, que en los Presupuestos
autonómicos vigentes (al menos sobre el papel) experimentaron un
incremento del 2,5% respecto al año anterior: 6.297 millones, dos
tercios (4.153 millones) para pagar el sueldo a los maestros. Cuando la
Junta presentó las cuentas de 2012 incluyó un crecimiento neto de la
plantilla de 820 profesores nuevos. Los salarios de esos docentes se
contabilizaron en el gasto educativo de este año a partir del 1 de
septiembre, cuando debían incorporarse a sus puestos. Pero no hubo
oposiciones de Secundaria y además el Gobierno restringió el acceso de
profesores al sistema, limitando la tasa de reposición al 10% (sólo uno
de cada diez jubilados fue sustituido). De modo que los 820 docentes
nunca ocuparon su plaza. Y la puntilla, lo que ha hecho retroceder el
presupuesto educativo al nivel de 2007-2008, está en que el presente
curso arrancó con 4.526 profesores menos que el año pasado, lo que
supone unos 190 millones de ahorro en las nóminas de todo un año. La
Consejería de Educación descarta reintegrar a los interinos para el
resto del curso, así que la inversión educativa seguirá cayendo en 2013.
Retroceso. Ni el PSOE, ni el PP ni IU han
negado jamás la necesidad de aumentar cada año el presupuesto para
educación. Y aún así el gasto se contrae. Los sindicatos creen que esta
realidad desarma a Griñán en su defensa prioritaria de las políticas
educativas. Pero en cierto sentido también deja sin instrumentos al
PP-A. El cese de los 4.526 interinos se produce a consecuencia de un
decreto ley del Ministerio de Educación, que ha elevado la jornada
lectiva de 18 a 20 horas. Esta norma, de obligado cumplimiento para
Andalucía, se hizo para amortizar las horas de trabajo de los
funcionarios y prescindir de interinos. Por la misma razón se elevó el
mínimo legal de alumnos por aula, pero ésta no era una norma impuesta y
la Junta se negó a aplicarla. De haberlo hecho, otros 4.000 profesores
habrían salido del sistema. La tercera medida del Ministerio para
adelgazar el gasto en personal fue el bloqueo de las oposiciones de
Secundaria, recurridas en los tribunales meses antes del examen. Los
30.000 opositores andaluces todavía se preguntan por qué cambiaron los
temarios del examen, si días después pensaban recurrir las oposiciones.
El
capítulo de personal no sólo se reducirá porque disminuya el número de
profesores (mientras crece el de alumnos). Los salarios de los docentes
han menguado como consecuencia de las políticas de ahorro en el sector
público, tanto del Gobierno como de la Junta. Y no es la única partida
que ya ha sufrido los recortes que se notarán en 2013. De los 11
programas que articulan el presupuesto andaluz de educación, el que
sufrió un incremento mayor este año fue el de Servicio de apoyo a las
familias (comedor escolar, aula matinal, transporte, actividades
extraescolares...). En este caso, el gasto (243 millones en total) no
aumentó a pesar de la crisis, sino a consecuencia de ella. Todos estos
servicios están subvencionados por la Junta, y los apuros económicos han
obligado a más familias a demandar las ayudas. El resto de programas,
como el de Innovación y evaluación educativa, del que dependen los
ordenadores en las aulas; o el de Formación del Profesorado (se han
suprimido los permisos para docentes en el extranjero) no tendrán tanta
suerte.
El Estado ha recortado un 87% las transferencias a las
comunidades para la educación, un dinero que financiaba las guarderías,
los ordenadores, el bilingüismo... El Ministerio rebajó un 67% las
transferencias para Andalucía en estos programas: de los 129 millones
que recibió en 2012 se quedará con 47 millones. La Junta se ve incapaz
de seguir financiando por sí misma esos programas. De momento ya ha
suprimido la gratuidad de ordenadores en Primaria. El presupuesto se ha
quedado en una quinta parte de lo que era: cinco millones (en vez de los
20 que invertía anualmente) para llevar portátiles a los colegios, en
vez de entregárselos a los alumnos.
El Ministerio también ha vaciado el
fondo para planes de refuerzo y acompañamiento de alumnos con
dificultades de aprendizaje (muy extendido en esta región). Esta partida
pierde 116 millones, un 68% menos, y aún se desconoce el tajo que
afectará a Andalucía.
A menudo el PP reprocha a la Junta que
el enorme gasto que se destina a educación dé resultados tan mediocres
(34% de fracaso escolar, 37% de abandono tras la ESO, una tasa de paro
juvenil superior al 50%). Los informes que evalúan los mejores sistemas
educativos del mundo, como el PISA, coinciden en que el aumento del
gasto escolar no siempre es sinónimo de calidad. Pero sí lo es de
igualdad.
El presupuesto educativo andaluz está diseñado para
reequilibrar en las aulas lo que no lo está fuera de ellas: las
desigualdades sociales. Eso cuesta mucho dinero y es lo que ahora está
en juego.
Artículo publicado en Elcorreoweb.es Correo de Andalucía
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