Reportaje:Examen a la educación en el mundo
España, estancada en el aprobado
Un estudio sitúa al sistema educativo entre los que no han avanzado en una década - Los consejos: hacer atractiva la docencia y más autonomía del centro
J. A. Aunión
Madrid
30 NOV 2010
A una semana de que se publiquen los
resultados de la cuarta entrega del informe PISA de la OCDE, la
consultora estadounidense McKinsey difunde un nuevo estudio que intenta
desvelar los secretos para la mejora educativa
La escuela española está en la mitad de la tabla internacional, con
unos resultados educativos que, según el informe presentado ayer por la
consultora estadounidense McKinsey and Company, la colocan en la zona
baja de los medianos, en el tercero de cinco escalones. Y no ha
conseguido mejorar, al menos, en la última década, es decir, que el
sistema español no consigue salir de lo que se podría considerar un
aprobado. En este examen, España obtiene un bien (de menor a mayor, se
establecen cinco niveles: pobre, aceptable, bueno, muy bueno y
excelente, estando en este último solo Finlandia).
Es cierto que las mejoras en educación son lentas, como demuestra el
hecho de que la mayoría de los sistemas educativos ven variar muy poco
sus resultados a lo largo de los años. Pero hay ejemplos de mejoras
rápidas y sostenidas, y es a ellos a los que ha acudido el estudio de
McKinsey Cómo los sistemas educativos que más mejoran continúan mejorando.
Sus conclusiones son muchas y variadas, a veces, incluso,
contradictoras, porque no serán las mismas dependiendo del desarrollo
educativo de un país y su contexto para llevar a cabo esas reformas,
concluye el estudio.
Una buena educación requiere continuidad, no vaivenes políticos
"En los primeros pasos", se trata de dar estabilidad al sistema y
reducir las diferencias entre aulas y escuelas, y se suele tratar de
iniciativas muy centralizadas. Después, según van llegando los
progresos, "la máquina de mejora se desplaza a las prácticas de
enseñanza. Esto, por su propia naturaleza, tiene mucho menos que ver con
las decisiones centralizadas y se lleva a cabo principalmente por los
profesores y las escuelas: se trata de convertir las escuelas en
organizaciones de aprendizaje", dice el texto, presentado como
continuación de otro de 2007, que tuvo gran impacto, y que analizó solo
los sistemas con mejores puntuaciones en el informe PISA de la OCDE (que
mide las destrezas lectoras, matemáticas y científicas de los alumnos
de 15 años de buena parte del mundo).
El trabajo, que ordena los sistemas con un índice de resultados
(mezcla diferentes pruebas internacionales de conocimientos de los
alumnos como PISA de la OCDE, TIMSS o PIRLS), colocaría al sistema
español en esa segunda fase de las mejoras. Y es justo decir que muchas
iniciativas y los mensajes lanzados en los últimos meses por el
Ministerio de Educación están en la dirección que precisamente marca el
informe de McKinsey para avanzar: formar y seleccionar a los mejores
como profesores atrayéndoles con una carrera atractiva y dar más
autonomía a las escuelas.
Estas conclusiones salen del análisis de las políticas que han
llevado a cabo en los 20 sistemas (hay países, como Corea del Sur,
Lituania o Polonia, o regiones como Ontario, en Canadá, o Sajonia, en
Alemania) que han mejorado y lo han mantenido al menos en los últimos 10
años. Entre ellos, los hay en todos los niveles: en la categoría de muy
buenos, como Corea del Sur u Ontario; buenos, como o Polonia;
aceptables, como Armenia o Chile; y pobres, como Ghana o el Estado de
Minas Gerais, en Brasil.
Así, para pasar de bueno a muy bueno, los países "se centran en
asegurar que la enseñanza y la dirección escolar son consideradas
profesiones de pleno derecho"; y esto requiere una formación y selección
que asegure la llegada a la docencia de los mejores profesionales
posibles, y dar capacidad de decisión a las escuelas. Por otro lado, de
muy bien a excelente, requiere olvidar aún más las soluciones
centralizadas, fomentando las practicas de colaboración entre profesores
dentro de los centros, y entre centros, o un decidido apoyo a la
innovación y la experimentación.
En general, el estudio en las intervenciones más exitosas se centra
en los procesos de la enseñanza más que en cambiar la estructura escolar
o mejorar los recursos. "La inmensa mayoría de las intervenciones
hechas para mejorar el sistema en nuestra muestra son sobre procesos; y,
dentro de este ámbito, [...] se dedican más a mejorar cómo se enseña
que a cambiar los contenidos que se ofrecen". El texto vuelve a reforzar
además la idea de que, llegados a un punto de gasto, lo que cuenta
sobre todo es cómo se gaste y que los profesores siempre están en el
centro de cualquier mejora, explica Gloria Macías-Lizano, socia de
McKinsey.
El asesor principal de educación del Banco Mundial Juan Manuel Moreno
reconoce las bondades del estudio -"Está pensado para influir en el
debate político", dice, y puede contribuir a elevarlo-, pero advierte
contra las simplificaciones: "Se señalan las cosas que han hecho los
países que han mejorado, pero al final cada mejora concreta se ha podido
deber a ese punto en común concreto y quizá a otras 50 razones de
contexto social, político o económico que se escapan". Destaca, en
cualquier caso, dos ideas del trabajo, la primera, la conciencia que
puede llevar a los países en desarrollo para tener muy en cuenta el
punto en el que están y no se dejen llevar por medidas acometidas en
países que están en niveles muy superiores de rendimiento educativo. Y
la segunda, "que lo bueno o malo de una reforma dependerá al final de
cómo se implanta", es decir, si se tiene en cuenta el contexto y todos
los actores que lo tienen que poner en marcha.
Por último, el texto señala la necesidad de que las medidas tengan
continuidad en el tiempo, más allá de los vaivenes políticos -aquí
podríamos hablar de la situación de España y el frustrado intento de
pacto educativo-, y los chispazos que hacen arrancar los procesos de
mejora. En cuanto a esto último, el que siempre está presente es un
cambio de liderazgo, ya sea político o técnico, que puede venir
acompañado de una crisis económica o un informe internacional como los
que se han señalado (PISA o TIMSS) que saquen los colores a un país.
Artículo publicado en elpais.com
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