Plan SOE (Segunda Oportunidad Educativa)
Fracasa el plan de la Junta para que jóvenes en paro volvieran a estudiar
En dos cursos da 334 de las 6.000 becas de 400 euros al mes convocadas para «premiar» a desempleados de 18 a 24 años
El plan fulgurante de la Consejería de Educación contra el desempleo juvenil se ha desintegrado como una estrella fugaz. El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán,
eligió el Debate sobre el Estado de la Comunidad de 2011 para anunciar
con gran parafernalia un novedoso programa que consistía en gratificar económicamente a los jóvenes
que retomaran sus estudios, abandonados precozmente atraídos por el
«boom» que vivía la construcción en los años de bonanza. El pinchazo de
la burbuja dejó a medio millón de andaluces sin estudios en la estacada.
Para recuperarlos, el Consejo de Gobierno aprobó en julio de 2011 un beca-salario de 400 euros al mes (4.000 euros al año).
Año y medio después de su puesta en marcha, el programa Segunda Oportunidad Educativa, que la Junta bautizó casualmente con las siglas SOE, ha resultado un fiasco. De las 6.000 plazas reservadas conjuntamente en dos convocatorias, dotadas cada una de ellas con un presupuesto de 12 millones de euros, sólo se ha cubierto el 5,6 por ciento. Es decir, se han visto beneficiados 334 jóvenes desempleados. Se han gastado menos de 900.000 euros de los 24 millones de euros en total consignados en las cuentas.
En la primera convocatoria, para el curso 2011/12, Educación puso en circulación 3.000 becas para jóvenes de entre 18 y 24 años, que tenían que cumplir una serie de requisitos, como llevar más de doce meses apuntados al paro
y tener hijos a su cargo. Las ayudas para concluir los estudios de ESO,
Bachillerato o Formación Profesional sólo llegaron finalmente a 54 alumnos.
El departamento de Mar Moreno prorrogó el programa en el curso actual, 2012/13, suavizando las condiciones
al entender que las restricciones que imponía dejaron fuera a multitud
de solicitantes. El número de becas disponibles se duplicó en el segundo
año de implantación con 3.000 más. Los cambios introducidos han elevado
las pagas concedidas, pero siguen sin cumplirse las expectativas.
Según los datos aún provisionales de la Consejería, habría reenganchado a los estudios a sólo 280 jóvenes que dejaron las aulas cegados por los resplandecientes sueldos que se ganaban en el tajo durante la burbuja inmobiliaria. No obstante, fuentes de Educación matizaron que la cifra de este curso no es definitiva y podría variar un poco.
En la segunda orden de ayudas, Educación eliminó la obligación de los solicitantes de ser parados de larga duración y de tener descendencia. Sin embargo, estas circunstancias seguirían contando y otorgan más puntos a los aspirantes.
Desde Educación subrayan que la Junta «va a seguir haciendo un esfuerzo para que en próximas convocatorias se pueda seguir aumentando esa cifra». Con esta medida, Griñán quiso dar un golpe de efecto para tomar impulso y contrarrestar el asedio de críticas del PP e IU a mediados de 2011, cuando la trama de corrupción de los ERE acaparaba
portadas y titulares de prensa. «No queremos dejar a ninguno
abandonado», proclamó el presidente en el Parlamento en alusión a los
jóvenes que dejaron las aulas para irse al tajo.
Artículo publicado en abcdesevilla.es
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