“Han dejado morir al colegio”
La dirección y los padres del centro de Educación Especial de Hellín aseguran que van a desmantelarlo.
La Junta habla de "opimizar recursos" y asegura que no hará nada sin contar con los padres
El Colegio de Educación Especial Cruz de Mayo de Hellín lleva más de
30 años dando servicio a los alumnos con necesidades educativas
especiales de todo tipo. Además de las instalaciones de la escuela,
cuenta con una residencia de internos que hoy utilizan 16 alumnos. Por
él han pasado alumnos no sólo de la localidad, sino también de toda la
comarca e incluso de provincias limítrofes que no cuentan con
residencias para estos alumnos.
La dirección del centro se reunió con representantes de la delegación
de Educación en Albacete, porque querían saber qué iba a pasar con sus
instalaciones. La delegación les contó que está haciendo un estudio para
“optimizar los recursos”. Según dan por sentado en el centro la
conclusión del estudio supone desmantelar el colegio. Los 16 alumnos
residentes serán trasladados a Albacete y los otros 20, se quedarán
integrados en las dependencias de educación Infantil del colegio La
Olivarera de la localidad.
La Consejería de Educación
admite que se está haciendo este estudio, por las condiciones
deficitarias del centro actual, pero asegura que no hay ninguna decisión
definitiva al respecto. Marcial Marín se reunió ayer con las familias
para trasladarles que no se tomarán decisiones sin contar con su
opinión.
Llevamos años pidiendo mejoras en las instalaciones
Pascuala Iniesta, directora del Centro Cruz de Mayo
Pero Pascuala Iniesta, la directora del Colegio, es muy tajante: “Han
dejado morir al centro”. Da por hecho el traslado. Reconoce que las
infraestructuras están muy viejas, pero dice que tienen todas las
inspecciones pasadas correctamente. “Llevamos años pidiendo mejoras en
las instalaciones, pero en vez de hacernos caso lo que han hecho es
reforzar el centro Eloy Camino de Albacete, que ahora mismo está a un
tercio de su capacidad y es el destino de nuestros alumnos”. “No sé por
qué, pero tienen prisa para que salgamos de aquí”, concluye.
Las familias, obviamente, no quieren ese cambio.
Albacete está a casi 60 kilómetros de Hellín, y aunque la Junta
ofrecerá transporte gratuito para los alumnos residentes, tendrán que
desplazarse hasta allí ante cualquier enfermedad o problema de sus
hijos. Y hay algunos alumnos que necesitan tener a los padres cerca por
su discapacidad, cuenta Iniesta. La zona de la sierra de Albacete no
tiene muy buena comunicación por carretera y además en invierno nieva a
menudo.
En cuanto a los que se queden en Hellín, en el colegio La Olivarera,
perderán recursos que tienen actualmente, afirma la directora. Por
ejemplo dos talleres de huerto y madera o el área de autonomía personal.
Dejará de funcionar también el Centro de Asesoramiento y Apoyo
Especializado, elemento con el que cuentan todos los centros de
educación especial y que se queda sin espacio.
Si los alumnos se van, tras ellos van puestos de trabajo. De los
nueve maestros de Pedagogía Terapéutica y uno a tiempo parcial que
tienen actualmente, quedarán cuatro. De los 12 auxiliares técnicos
educativos quedarán cuatro. También se perderán puestos de trabajo en la
localidad: ordenanzas, limpiadoras o personal administrativo, según los
cálculos de Iniesta.
Carmen es la presidenta del AMPA. Vive en Tobarra, a 10 kilómetros de
Hellín y tiene dos hijas matriculadas en el centro, una de 18 años y
otra de 9. Para ella, el cierre del colegio supondrá perder servicios y
personal, “vamos a perder mucha calidad en la enseñanza”. Afirma que el
colegio, a pesar de que está viejo –era un antiguo seminario- no está
inhabitable, “como dicen por ahí”. Esta madre cree que además de que los
alumnos de educación especial ya tienen dificultades en la elección de
centro, el cierre les va a complicar la vida aún más.
El pasado mes de agosto la Consejería de Educación de la Junta de
Castilla-La Mancha anunció la unificación de los asistentes Técnicos
Educativos de los centros de educación especial de la comunidad en siete
centros de referencia provinciales. Si los recursos se centralizan los
alumnos terminarán por centralizarse. Marcial Marín, consejero de
Educación, anunció que sería un programa voluntario y que “pretende
reforzar el tratamiento de los alumnos”. Varios colectivos –oposición,
padres, sindicatos- hablaron entonces de que la medida “convertiría en guettos” estos centros, que atentaba contra la integración escolar y que incumplía la libertad de elección de centro.
Artículo publicado en elpais.com
Gracias por vuestro apoyo. Lo cierto es que la opinión de las familias no se está teniendo en cuenta. Además han empezado a difundir en ciertos medios noticias catastróficas acerca del estado del colegio. No es verdad, los padres entramos al cole siempre que queremos y no le pasa nada que no se pueda arreglar con unos botes de pintura y un poco de dinero para renovar mobiliario.
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