TRIBUNA
Jornada partida o continua
Como docente con muchos años de experiencia sobre mis espaldas,
siempre he pensado que esa era una discusión equivocada. El problema no
es jornada partida o continua, sino lo absurdo de paralizar la actividad
académica durante dos horas. Si resulta inadecuada una parada tan larga
en el mundo laboral, y está progresivamente desapareciendo, lo es en
mucha mayor medida tener dos horas a un niño —que come en media hora—
corriendo por un patio donde en verano hace muchas veces un calor
insoportable.
La solución a este dilema es sencilla y está descubierta en todos los
países, como por ejemplo en Finlandia, donde la educación se toma en
serio: jornada continua con la comida incluida, o dicho de otra manera,
jornada partida, pero con un máximo de una hora para comer (comida que
es gratuita para todos los niños) y centro abierto a continuación para
la realización de actividades extraescolares. De esta manera se asegura
el necesario descanso de los niños —dos recreos, uno de ellos más largo
para comer—, la adecuada comida de todo el alumnado y un centro abierto
suficientes horas para favorecer la conciliación familiar.
La solución no es difícil, está muy experimentada y con buenos
resultados. Solo se necesita que el Gobierno de turno crea en la
educación y le dedique los recursos necesarios.— Emilio García Prieto.
Artículo publicado en elpais.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario