CARTAS AL DIRECTOR
Aprender y emprender
Hace unas semanas, un compañero del instituto me felicitaba por el
nuevo borrador de la reforma educativa: la economía y la iniciativa
emprendedora aparecían, por primera vez, como asignaturas dentro de la
Educación Secundaria Obligatoria; ya estábamos al mismo nivel que en la
mayoría de países desarrollados.
Desgraciadamente, parece ser que todo se va a quedar en puro
maquillaje: estas asignaturas solo van a tener dos horas a la semana de
carga horaria e incluso se va a permitir que la impartan no
especialistas en la materia, ya que como todo el mundo sabe la economía y
la iniciativa emprendedora las pueden dar con mucha soltura el
orientador, el profesor de química o el profesor de historia
(exactamente la misma soltura que yo tendría dando sus materias). Además
se van a reducir las horas que ya teníamos en el Bachillerato de
Ciencias Sociales, y es que la alegría dura poco en casa del pobre.
Se confirma lo que ya sabemos muchos profesores de especialidades
como Economía, Música, Educación Plástica o Tecnología: en Educación no
pesa lo mismo un kilo de paja que un kilo de hierro.— José Carlos Garrido García. Murcia.
La enseñanza en el siglo XXI incorpora para nuestros
alumnos la competencia aprender a emprender, que, en el contexto
educativo, significa creatividad, innovación e iniciativa emprendedora. A
emprender se aprende y la actitud emprendedora se educa. Los alumnos en
las etapas de ESO y Bachillerato han de formarse para tener retos,
proyectos y para saber que es posible alcanzar los objetivos que se
propongan, más allá de la función puramente empresarial. Tener proyectos
de vida implica optimismo y desarrolla el potencial personal,
imprescindible si queremos educar por competencias.
Ya en 2006 la Unión Europea, en la recomendación 2006/962/CE, explica
el factor clave para lograr el aprendizaje permanente y lograr una mano
de obra adaptada al mercado de trabajo. Este factor clave se diseña en
base a las conocidas como key competences o competencias básicas, y la
competencia en iniciativa emprendedora debe incorporarse en los sistemas
educativos europeos.
Los profesores de Economía de los centros de secundaria tenemos
amplia experiencia con iniciativas emprendedoras desarrolladas por
alumnos y que no siempre las ideas más brillantes son aquellas que
proceden de alumnos con mejores resultados académicos, y constatamos que
el fomento del espíritu emprendedor en el aula a través del método
activo de desarrollo de un proyecto empresarial forma a alumnos para que
tengan un mayor éxito en un mundo laboral globalizado.
Toda la sociedad es responsable de favorecer la cultura emprendedora.
Es esencial potenciar la cultura emprendedora y los centros educativos
nos vemos como agentes catalizadores de este cambio creando en nuestros
alumnos valores necesarios para emprender (creatividad, innovación,
tesón).
La reforma educativa, LOMCE, debe apostar por materias relacionadas
con iniciativa emprendedora y empresarial en 3º, 4º de ESO y
Bachillerato que permitan cumplir los objetivos sobre educación
emprendedora que nos obliga la Unión Europea.— Tomás Guajardo Cuervo. Zaragoza.
Artículo publicado en ELPAIS.com
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