domingo, 17 de febrero de 2013

APRENDER Y EMPRENDER



CARTAS AL DIRECTOR

Aprender y emprender

 

Hace unas semanas, un compañero del instituto me felicitaba por el nuevo borrador de la reforma educativa: la economía y la iniciativa emprendedora aparecían, por primera vez, como asignaturas dentro de la Educación Secundaria Obligatoria; ya estábamos al mismo nivel que en la mayoría de países desarrollados.

Desgraciadamente, parece ser que todo se va a quedar en puro maquillaje: estas asignaturas solo van a tener dos horas a la semana de carga horaria e incluso se va a permitir que la impartan no especialistas en la materia, ya que como todo el mundo sabe la economía y la iniciativa emprendedora las pueden dar con mucha soltura el orientador, el profesor de química o el profesor de historia (exactamente la misma soltura que yo tendría dando sus materias). Además se van a reducir las horas que ya teníamos en el Bachillerato de Ciencias Sociales, y es que la alegría dura poco en casa del pobre.
Se confirma lo que ya sabemos muchos profesores de especialidades como Economía, Música, Educación Plástica o Tecnología: en Educación no pesa lo mismo un kilo de paja que un kilo de hierro.— José Carlos Garrido García. Murcia.



La enseñanza en el siglo XXI incorpora para nuestros alumnos la competencia aprender a emprender, que, en el contexto educativo, significa creatividad, innovación e iniciativa emprendedora. A emprender se aprende y la actitud emprendedora se educa. Los alumnos en las etapas de ESO y Bachillerato han de formarse para tener retos, proyectos y para saber que es posible alcanzar los objetivos que se propongan, más allá de la función puramente empresarial. Tener proyectos de vida implica optimismo y desarrolla el potencial personal, imprescindible si queremos educar por competencias.

Ya en 2006 la Unión Europea, en la recomendación 2006/962/CE, explica el factor clave para lograr el aprendizaje permanente y lograr una mano de obra adaptada al mercado de trabajo. Este factor clave se diseña en base a las conocidas como key competences o competencias básicas, y la competencia en iniciativa emprendedora debe incorporarse en los sistemas educativos europeos.

Los profesores de Economía de los centros de secundaria tenemos amplia experiencia con iniciativas emprendedoras desarrolladas por alumnos y que no siempre las ideas más brillantes son aquellas que proceden de alumnos con mejores resultados académicos, y constatamos que el fomento del espíritu emprendedor en el aula a través del método activo de desarrollo de un proyecto empresarial forma a alumnos para que tengan un mayor éxito en un mundo laboral globalizado.

Toda la sociedad es responsable de favorecer la cultura emprendedora. Es esencial potenciar la cultura emprendedora y los centros educativos nos vemos como agentes catalizadores de este cambio creando en nuestros alumnos valores necesarios para emprender (creatividad, innovación, tesón).

La reforma educativa, LOMCE, debe apostar por materias relacionadas con iniciativa emprendedora y empresarial en 3º, 4º de ESO y Bachillerato que permitan cumplir los objetivos sobre educación emprendedora que nos obliga la Unión Europea.— Tomás Guajardo Cuervo. Zaragoza.

Artículo publicado en ELPAIS.com

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